Rápido y constante pero prestando atención a todos los detalles y maderas defectuosas, se comenzó a trabajar a pleno con la cubierta, quitando restos de calafateado viejo y aplicando primer y sika 221 para ya darle las últimas terminaciones antes de enfibrarlo.
El casco o la obra viva, fue trabajada con calor para poder desprender la pintura vieja y ver que es lo que realmente había debajo de la pintura. Para mi sorpresa, luego de lijar, encontramos la madera "nueva" como si ayer la hubieramos puesto. Tengo que reconocer que el Sr. Luque cuando construyo el barco, utilizó materiales de primera calidad, y gracias a eso, hoy podemos no solo avanzar sin inconvenientes, sino también continuar manteniendo los materiales originales. Sin embargo, no todo es color de rosas y hemos encontrado el calafateado en muy mal estado, con materiales no aptos para esa función (masilla para autos entre otros) que por ahí ha filtrado el agua de la centina. Sacando la pintura, hemos encontrado una separación entre tablas de 6 mm o mayor en alguno de los casos.
David ya le esta dando la rigidez que le faltaba a la carroza y reemplazo la madera de más a proa (donde van los dos ojos de buey redondos) ya que estaba en muy malas condiciones e irrecuperable. Esa madera, permitió darle dureza a toda la carroza, aunque hay que seguir trabajando en los laterales de la misma, para que copie la forma original.
Un trabajo muy importante fue la colocación del verdugillo, que sirvio para darle rigidez a toda la estructura del casco.Muy pronto se viene la fibra y el calafateado del fondo.
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